7 claves para definir la identidad corporativa de una empresa

Crear una marca es un proceso que sigue ciertos pasos para su construcción. Desde la fase de investigación y planificación hasta la gestión de sus activos y la medida de su rendimiento. Dentro de este proceso se define la identidad corporativa, es decir, la columna principal de la empresa.

Se trata del diseño de la personalidad y la concepción de su esencia, junto con las características, creencias y valores que la empresa transmite al exterior como un conjunto de elementos para conectar con sus clientes potenciales.

En otras palabras, es la razón de ser de la organización y describe lo qué es, lo que hace y la forma en cómo lo hace. Es justo esta descripción la que la diferencia del resto de la competencia y la hace única con el transcurso del tiempo.

De esta manera, la identidad corporativa expresa la filosofía de trabajo, los valores, su cultura, las normas y lo que ofrece al público para dar la mejor impresión de sí misma.

¿Qué objetivos cubre la identidad corporativa?

Toda empresa crea su identidad corporativa como una estrategia según lo que quiere reflejar a su público, es decir cómo quiere ser percibida. Esto requiere de planificación y el desarrollo de directrices que engloben todos los aspectos de su entorno.

En este entorno es fundamental detallar y organizar una imagen coherente a sus principios, siempre desde dentro hacia afuera de la estructura corporativa. Su principal objetivo es comunicar su filosofía, tanto a sus empleados como a sus clientes.

Desde el principio, todos los que conforman la organización deben comprender la razón de ser de la empresa, sus valores y la diferencia que tiene frente a sus competidores.

Con esto, los empleados pueden tomar mejores decisiones al alcance de los objetivos y los clientes llegan a conocer mejor la imagen de la marca, lo que favorece su fidelización.

Otros objetivos que cubre una buena imagen corporativa son:

Dar dirección a las campañas de marketing: es la forma en cómo la empresa se presenta públicamente a sus clientes. 

Aquí debe crear una imagen corporativa en base a la identidad y que fundamente su reputación ante los demás. Entra en juego la elección de los colores adecuados, el diseño del logo, la tipografía y todos los elementos gráficos que conecten con el cliente.

Adaptar su razón de ser al público meta o target: la empresa debe tener una identidad de acuerdo al público meta que quiere fidelizar. 

Para esto, es necesario identificar todos los segmentos del mercado a los que puede llegar de manera más eficaz. Puede ser por edad, género o variables socioeconómicas según el servicio o productos que vaya a ofrecer. Aquí lo importante es conocer realmente al consumidor y enlazarlo a la filosofía de la empresa.

Transmitir solidez y confianza: se trata de construir una marca fuerte que genere seguridad y firmeza en sus principios. No solo centrada en sus clientes, también debe atraer un grupo de personas o equipo de gran influencia para el desarrollo y el éxito de la organización, como las entidades financieras y los inversionistas. 

¿Cómo definir la identidad corporativa?

Constituida como una estrategia para conseguir el éxito, la identidad corporativa debe tener una relación armoniosa entre los elementos visuales, verbales, culturales y hasta ambientales.

Dicho de otra manera, debe expresar lo mismo en todos sus ámbitos. Abarca aspectos tangibles que reflejan el carácter estético como el diseño del logotipo, la representación gráfica, papelería y la arquitectura corporativa en general.

También, aspectos intangibles como la propia filosofía, sus métodos de operación y procesos internos.

En la actualidad, con un mercado tan competitivo, las organizaciones necesitan crear una imagen atractiva y moderna, socialmente comprometida, con responsabilidad y acciones que contribuyan a desarrollar una proyección global para atraer la mayor cantidad de clientes. 

Es así, como se describen 7 claves para conseguir una identidad corporativa de éxito. Estas son:

1. Definición de la filosofía corporativa

Una de las razones para crear una identidad sólida es que la empresa consiga permanecer en el tiempo. Por lo que es importante que, tanto empleados como clientes, se familiaricen con las creencias de la organización y compartan sus valores hasta el punto de influir en su comportamiento y acciones.

Todo bajo la concepción de que cada empresa es única y no hay 2 iguales. De esta forma, se debe definir la misión, visión, valores y principios que conforman la filosofía corporativa y que responde a su razón de ser.

• La misión: en ella se expresa qué es y qué hace la empresa. Define claramente el propósito, el para qué de su creación y cuales son los términos puntuales por los que se rige la organización.
• La visión: es la perspectiva que se tiene a futuro, las metas que se quieren alcanzar. Establece a dónde quiere llegar la organización con el tiempo y ayuda a concretar las acciones que se deben realizar.
• Sus valores y principios: son los que establecen la forma en que la empresa realiza sus actividades. Es decir, cómo hace sus negociaciones, los criterios éticos y profesionales en los que se fundamenta. Permite un código de conducta y unas pautas de comportamiento ante el público.

2. Formación de una cultura corporativa 

Corresponde al establecimiento de un conjunto de normas y prácticas que dirigen la forma de pensar y hacer las cosas. Es una estrategia compartida entre todos los miembros, ya que influye directamente en su actitud y rendimiento.

Determina el éxito o el fracaso de la organización y es la que transmite a los empleados el sentimiento de identidad para facilitar su cohesión y reconocerse en un equipo de trabajo. Para toda organización, es importante tener una cultura, ya que aporta una personalidad propia y única que optimiza el alcance de las metas.

Por esta razón, desde el inicio los empleados deben conocerla y compartir el compromiso de trabajar en función a ella, siempre alineados a los valores de la empresa.

El beneficio obtenido es que los trabajadores se motivan, sienten confianza, son capaces de aportar ideas y de tomar decisiones correctas con autonomía y libertad. 

3. Creación de su imagen corporativa

Se trata de crear una identidad visual que, en función de la filosofía, represente gráficamente lo que quiere transmitir la organización. Esta es una fase importante para despertar las sensaciones y emociones en la que se conecta con la misión, visión y valores.

Es lo que se conoce como marca y abarca el conjunto entre el nombre, logotipo, eslogan y la combinación de colores que mejor se adapte a su personalidad. Y es que es una realidad. Los clientes de hoy ya no compran productos, sino que compran marcas y las experiencias que estas transmiten al generar sentimientos.

De esta manera, un diseño estratégico de todos los elementos con un mismo mensaje es la garantía de confianza que concreta el éxito en todas las actividades.

Los principales factores que determinan una buena imagen corporativa son:

• Nombre comercial: se debe elegir un nombre que identifique las funciones de la compañía, que sea llamativo, de preferencia corto y sobre todo fácil de pronunciar. Este es clave a la hora de tener un dominio, ya que es fundamental que se desarrolle la misma imagen de la marca.
• Logotipo, isotipo o isologotipo: este símbolo debe tener un diseño que exprese la idea del negocio para llegar al público. Es un elemento indispensable para la compañía y debe ser perdurable para reflejar solidez, con el diseño de una línea consecuente entre formas y colores que se perciban de manera clara y uniforme.
• Eslogan: es un mensaje breve que refleja la filosofía y los beneficios del producto ofrecido. Debe ser creativo e innovador para generar impacto en los consumidores.
• Colores y tipografía: son definitivamente el efecto de la primera impresión de la marca. Elegir las combinaciones de colores en conjunto con la tipografía va a definir la forma en cómo los clientes se identifican con los productos. Se recomienda una tipografía legible y sencilla. 

En cuanto a colores, no elegir más de tres y que pueda ser apreciable tanto en fondo blanco como negro. 

4.  Diseño de una estrategia de comunicación  

En el que se debe desarrollar un protocolo para comunicar la identidad de una forma positiva y con un estilo propio de la marca. Involucra las relaciones internas y externas con un conjunto de formas de expresión para dar a conocer lo que se quiere transmitir.

Aquí es posible la difusión y proyección de los objetivos de la organización con el uso de elementos y tácticas de marketing, como el lanzamiento de campañas efectivas y la planificación de eventos que hagan contacto directo con los clientes.

También, tiene en cuenta su comunicación interna, cómo se organiza en el entorno con sus empleados y las reuniones con proveedores o inversionistas.

Toda estrategia de comunicación debe ser clara y precisa para utilizar los medios adecuados según el tipo de empresa y de cliente, desde emails corporativos y de marketing hasta un sitio web empresarial, noticias y publicidad (online e impresa).

Siempre con una planificación correcta que incluya los recursos, tiempos de ejecución para cada objetivo y la medida de sus resultados.

5. Mantenimiento de una buena reputación online

Hoy día, una de las claves más importantes para mantener la presencia de una organización en todo el mundo es la reputación online. Se refiere a la percepción que los clientes tienen de la empresa a través de Internet.

Gracias a las nuevas tecnologías y el uso de blogs, redes sociales y páginas web, la organización puede generar un impacto y difundir la identidad corporativa para atraer más clientes y fidelizar a los que ya son parte de la empresa.

Las principales a tener en cuenta son:

• Una página web: con un buen diseño y contenido de calidad en el que se pueda añadir las opiniones o reseñas de los clientes en cuanto a los productos y sus recomendaciones.
• Uso de redes sociales: como un canal de comunicación para conseguir humanizar la marca y tener un mayor contacto con los clientes. A través de las redes sociales es posible analizar cómo ve el público a la empresa y mejorar aspectos continuamente.
• Plataformas de terceros: en las que puedes publicar tus productos y servicios para analizar cómo otros usuarios comentan su experiencia. De esta forma se obtienen opiniones objetivas y se puede optimizar las operaciones para captar más target. 

6. Con garantía de consistencia y solidez

Para asegurar una identidad corporativa sólida, es necesario que todas las estrategias a implementar se fundamente en los objetivos organizacionales. Desde que se diseña debe ser consistente y mantenerse en el tiempo para que los clientes se familiaricen con ella progresivamente.

A esta fase se le atribuye el reconocimiento ganado a través de los años, por lo que si en algún momento llega a requerir un cambio, solo debe ser puntual: una modernización de su identidad o una adaptación al mercado actual.

Estos cambios son planeados con mucho detenimiento y no de manera precipitada ya que puede perder su posicionamiento. 

7. Elaboración de un manual

El desarrollo de todas las estrategias y normas que se deben seguir para crear una identidad corporativa de éxito se plasman en un documento.

Este es un manual que recopila toda la información que puede ser difundida, las reglas de imagen que identifica a la organización, la configuración de su filosofía de trabajo y la forma de comunicación cultural entre todos los miembros que hacen vida en la empresa.

Todo con la finalidad de aplicar el diseño gráfico que corresponde al logotipo y los demás elementos que integran una identidad organizacional.

Se establece como una guía de los pasos a seguir para transmitir su personalidad y la coordinación de su imagen gráfica con el objetivo de promover su impacto visual en los formatos que más convienen, siempre que sean sólidos y efectivos.

En general, una identidad corporativa deber ser identificable, confiable, coherente, fácilmente recordada y distinguirse visualmente para conseguir su reconocimiento ante el público objetivo.

Con esto, se puede mejorar su posicionamiento en la mercado y en la mente del consumidor e incrementar su valor con el tiempo.